Hidratación en personas mayores

Introducción a la hidratación

Diariamente perdemos agua, sea con la diuresis, al sudar o incluso respirar. Por ese motivo, es necesario recuperar el líquido que perdemos. En situaciones de enfermedad, fiebre, inflamación, vómitos y diarrea hay que aumentar la ingesta de líquidos.

La sensación de sed es el mecanismo que utiliza nuestro cuerpo para avisarnos que estamos deshidratados, por eso no hay que esperar a tener sed para beber.

A medida que el cuerpo envejece, disminuye la sensación de sed. Crear el hábito diario de beber agua o líquidos durante todo el día.

Importante mantener correcta ingesta hídrica, es decir, mantener la hidratación

La regulación de la tensión arterial, la temperatura o bien la digestión son funciones básicas que precisan una buena hidratación.

Consejos:

  • Beber uno o dos vasos de agua al levantarse.
  • Evitar largas exposiciones al sol, sobre todo, durante las horas de más calor del día.
  • Beber agua antes de que se produzca la sensación de sed.
  • Beber, como mínimo, 2 litros de agua diarios. Cantidad que debe ser superior si se realiza ejercicio físico o si hace mucho calor. ¡Ojo! Las bebidas con cafeína o alcohol no son sustitutas del agua, ya que actúan como diuréticos y pueden causar pérdidas de agua al aumentar las ganas de orinar.
  • Aumentar la ingesta de agua junto a lo toma de medicamentos.
  • Tener una dieta rica en frutas y verduras, ya que son alimentos con alto contenido en agua y recomendables para una correcta hidratación.
  • En el caso en el que el anciano tenga disfagia o dificultad para tragar, hay que introducir líquidos con diferentes texturas. Con la ayuda de gelatinas, aguas gelificadas o comida texturizada se puede lograr una correcta hidratación y alimentación de la persona mayor evitando atragantamientos o tos cada vez que la persona quiera comer.
  • Las gelatinas y las aguas gelificadas se convierten en las perfectas aliadas para que la persona con disfagia esté hidratada, porque en su mayoría son agua y ofrecen una consistencia resbaladiza, que evita que el alimento líquido quede retenido en la garganta, y cohesiva, que permite que no se divida o fragmente fácilmente ni que se pegue en el paladar. Además, proporcionan una sensación de frescor en la boca, muy agradable y refrescante en los meses de verano.

Bibliografía:

Consells d’una bona hidratació per a les persones grans. Agencia de Salut pública de catalunya

Guía de la buena práctica clínica en Geriatria. Hidratación y salud. SEGG

segg.es

Autoría:

Sophie Bernard (Dietista-Nutricionista y Farmacéutica)